Los perros de este tamaño son susceptibles de contraer parásitos, al igual que lo es cualquier otro tipo de perro. Antes de nada, es conveniente entender los tipos de parásitos que existen y cómo pueden afectar a la salud de nuestra mascota.
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Parásitos externos
Son aquellos que se producen sobre la piel, como piojos, pulgas, garrapatas, etc. Si bien la mejor manera de prevenir a estos indeseados visitantes es con una buena higiene, se pueden combatir mediante collares antiparásitos, pipetas antiparásitos e inyecciones.
Tu perro será susceptible de contraer este tipo de parásitos en cuanto salga a la calle por primera vez. Esto se debe al posible contacto con otros perros y animales. A la mínima sospecha de contagio has de acudir al veterinario para someterlo al tratamiento adecuado. También existen métodos caseros para la eliminación de garrapatas o eliminación de pulgas a los que podrás recurrir si lo necesitas.
Pulgas
Las famosas y odiadas pulgas son el parásito más frecuente que puede azotar la piel de nuestro peludo. En contra de lo que muchos creen, las pulgas se encuentran, en su mayoría, depositadas en el suelo de nuestros hogares o entre la ropa. Tan solo cuando el perro pasa por su lado o entra en contacto con las larvas o huevas, éstas quedan adheridas a su manto, provocando irritación. Además, las pulgas pueden ser el inicio de problemas más graves y la aparición de otros parásitos como la solitaria.
Garrapatas
Otro incómodo huésped al que le gusta quedarse adherido al manto de los perritos. Son mucho más difíciles de prevenir, ya que las garrapatas se encuentran en la naturaleza y nuestro perro puede quedar expuesto a ellas en cualquier situación.
Una vez este parásito se encuentra en la piel de nuestro amigo de cuatro patas, quedará adherido a él a través de sus dientes. Posteriormente succionará su sangre, provocando heridas y abscesos.
Tipos de parásitos internos
Existen numerosos parásitos que pueden afectar a la salud de nuestro perro. Éstos pueden provocar síntomas tales como diarrea, vómitos o cansancio. Si tu mascota sufre alguno de ellos, llévalo al veterinario y el podrá orientarte correctamente. Actualmente existen jarabes y comprimidos que venden en las tiendas de mascotas para hacer frente a estos parásitos.
Gusanos tricúridos
Este gusano, también denominado “gusano látigo” por su forma, vive en el interior del intestino adherido a las paredes del mismo. Ahí se alimenta de la sangre de su huésped, lo que puede acarrear vómitos o diarreas con sangre. Aunque no suele tener consecuencias graves, una infección parasitaria descontrolada podría tener consecuencias mortales.
Gusanos redondos ascaris
Se trata de un tipo de gusano que habita en el interior del cuerpo del perro. Afecta aproximadamente a un 25% de los perros adultos y a un 75% de los cachorros. Habitualmente, el perro secreta los huevos del gusano a través de las heces. Cuando otros perros se acercan a olisquearlas o a lamerlas, éstos se contagian con el parásito.
Los síntomas que muestran los portadores del gusano ascaris son, a menudo, imperceptibles. En ocasiones, tienen algún problema digestivo como diarrea canina o vómito, y en otras presentan problemas a la hora de respirar.
Gusanos anquilostomas
Los anquilostomas son un desagradable huésped que habita adherido a la pared abdominal, alimentándose de sangre. Se trata de un serio problema de salud, especialmente para perros en situación de riesgo, como los cachorros o los ancianos.
Las larvas de este parásito se depositan en el suelo a través de las heces, por lo que es muy fácil que un peludo se contagie al acercarse a ellas. En ocasiones, es necesario realizar una transfusión de sangre, ya que el riesgo de hemorragia interna es elevado.
Dirofilaria immitis
También denominados “gusanos del corazón”. Se trata de un parásito que puede medir hasta 25cm de largo que habita en el interior del corazón. Cuando estos parásitos crecen, pueden llegar a taponar el torrente sanguíneo, llegando a provocar infartos.
La dirofilaria debe tratarse en la mayor brevedad posible, ya que se trata de un parásito mortal. Si tu perro muestra síntomas de cansancio poco habitual o tos, llévalo al veterinario para que descarte la presencia de este incómodo gusano.
¿Cuándo debo desparasitar internamente a mi perro?
Como medida preventiva y con el fin de garantizar la buena salud de tu perro se recomienda acudir al veterinario cada 3 o 4 meses a fin de someter a nuestra mascota a un tratamiento que prevenga la aparición de estos desagradables huéspedes.