Al igual que a las personas, el inescrutable paso del tiempo terminará haciendo mella en tu perro. La vejez es algo inevitable, aunque se puede sobrellevar con una buena calidad de vida si sabes detectar los síntomas a tiempo. En el mundo canino, se considera anciano a un perro grande a partir de los 7 años de edad. Sin embargo, los perros de raza pequeña maduran antes y envejecen más tarde; a los 10 años aproximadamente. Continúa leyendo para distinguir los síntomas de la vejez en tu perro.
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Los trastornos de la vejez en perros
Puede que un buen día llegues a tu casa y tu perro no te reciba con la misma alegría de antaño. Tal vez, incluso, parecerá desorientado y no obedecerá de la misma manera que cuando era joven. La vejez provoca que, en ocasiones, la personalidad del perro cambie de forma radical. Algunas de las principales señales de la vejez en perros son las siguientes.
Rigidez y pérdida de soltura en el movimiento
Los largos paseos de antaño son cosas del pasado. Los perros ancianos, al igual que las personas, presentan dificultades a la hora de moverse. Es muy habitual ver por la calle a perros que caminan con rigidez, muy despacio y sin prestar demasiada atención a lo que acontece a su alrededor. Se trata de algo natural, ya que los perros de edades avanzadas presentan enfermedades como la artrosis, la displasia de cadera o la luxación de rótula.
Cambios en la personalidad
En general, los perros suelen ser animales “infantilizados”. Se trata de un comportamiento natural que deriva de un fenómeno llamado “neotenia”, mediante el cual los perros conservan un carácter juvenil. Sin embargo, al llegar a cierta edad, su personalidad puede cambiar de forma radical. Es probable que no te reciba con la misma efusividad, se muestre más distante o no obedezca a tus órdenes. Aunque no presentará un mal comportamiento, su actitud será más pasiva y mostrará se mostrará más independiente. Vigila de cerca estos cambios, ya que en ocasiones podrían ser síntoma de enfermedades degenerativas como el Alzheimer canino. En este caso, un diagnóstico precoz puede ser clave para ralentizar el avance de la enfermedad.

Merma de la capacidad sensorial
Una consecuencia muy común en la vejez es la pérdida de audición o visión. Se trata de una respuesta completamente natural al paso del tiempo, así que ten paciencia su tu perro necesita que repitas su nombre unas cuantas veces. En este caso, no descartes encontrar nuevos canales de comunicación con tu mascota.
Por otro lado, procura mantener en el mismo lugar su camita, su comida o el acceso al agua. De esta forma, se desorientará con menos facilidad y aumentará su calidad de vida.
Pérdida de control del esfínter
En ocasiones, tu perro puede que se haga pipí encima. No importa que siempre haya respetado la norma de hacer pis fuera de casa. Durante la vejez, son muchos los motivos por los cuales tu perro se hace pis. Algunos de los más comunes son la pérdida del control del esfínter o la desorientación. En cualquier caso, nunca será una buena idea regañarle por algo que no puede controlar, así que responde con la mayor comprensión posible.
La piel pierde vitalidad
Como nos ocurre a las personas, el paso del tiempo hará mella en la piel de tu perro. Algunos de los cambios más habituales son la aparición de canas en el manto y la presencia de durezas en las almohadillas.
Cambios físicos evidentes
Con la edad, los músculos se atrofian y su constitución física se verá resentida. Además, los perros de tamaño pequeño tienen tendencia a la obesidad, la cual se verá acentuada con el paso del tiempo. Para evitarlo, procura facilitarle una dieta saludable basada en proteína animal de calidad.
Si tienes dudas sobre la alimentación que ha de seguir un perro mayor, puedes recurrir a casas de piensos especializadas en la fabricación de alimentos para canes ancianos. Actualmente son muchos los fabricantes que elaboran piensos senior para ejemplares con estas características.
Aparición de enfermedades
Al adoptar hábitos de vida similares a los nuestros, los perros también han desarrollado enfermedades equivalentes a las nuestras como el cáncer, el Alzheimer o la artrosis. Uno de los males más comunes que afectan a los perros ancianos son los tumores. En caso de que notes algún bulto superficial, acude al veterinario en la mayor brevedad posible.
Por otro lado, es habitual que los perros viejos acumulen sarro con más facilidad, ocasionando caries e infecciones. Para evitarlo, es fundamental mantener una buena higiene bucal durante toda la vida el animal.