Hoy te traemos un artículo que te ayudará a entender qué son los aditivos en la comida para perros y cuáles son sus implicaciones tanto en la salud de tu mascota como en la calidad del pienso.
Artículo interesante: Cantidad de comida para perros
¿Qué son los aditivos en la alimentación animal?
Según el reglamento 1831/2003, los aditivos, tanto en la alimentación canina como en la de cualquier pienso animal, constituyen sustancias que pueden modificar las características normales de los alimentos. No se debe utilizar este término a la ligera, ya que existen minerales, ácidos grasos, condimentos o productos de fermentación que no son considerados aditivos según las directrices establecidas.
En definitiva, un aditivo es una sustancia que generalmente no posee valor nutricional y que proporciona características adicionales al alimento. De esta forma, algunos aditivos pueden aportar olor o durabilidad. Por otra parte, las fábricas de piensos se ven beneficiadas ya que ayudan a reducir los costes de producción.
Así y todo, debemos tener claros los tipos de aditivos que existen para poder distinguir entre aquellos que resultan inofensivos y los que pueden resultar potencialmente tóxicos.
Tipos de aditivos en los piensos
Existen diferentes categorías de aditivos en función del papel que desempeñen en el alimento. En el caso de la alimentación para perros, existen los siguientes grupos.
Aditivos nutricionales
Son todas aquellas sustancias que pueden aportar valor nutricional. En este grupo podríamos enmarcar las vitaminas, oligoelementos o aminoácidos. Los piensos tienen regulados los contenidos máximos admitidos de algunos de estos nutrientes.
Aditivos zootécnicos
Constituyen aquellas sustancias que favorecen el tránsito intestinal del perro una vez ingerido el alimento, o los que facilitan la digestión del pienso. También sirven para reducir el impacto ganadero en el medio ambiente.
Aditivos organolépticos
Son aquellos que nos permiten apreciar con más intensidad el color o los aromas del pienso.
Aditivos tecnológicos
Este tipo de aditivos ayudan a potenciar las características físicas del alimento, como la textura o la viscosidad, y además ayudan a la buena conservación del alimento.

Aditivos malos o dañinos en piensos
Hoy en día existen numerosos controles para garantizar la calidad de los piensos, incluso referentes a vigilancia y etiquetado. Así, podemos afirmar que los piensos que se comercializan han sido previamente autorizados según se indica en el Reglamento (CE) nº 1831/2003, por lo que cumplen con estándares de calidad que garantizan el bienestar animal. Pese a todo, algunos de los peores aditivos que podemos encontrar en un pienso cualquiera son los siguientes:
- Colorantes como azul 2, amarillo 5, amarillo 6 o rojo 40.
- Aromatizante de ácido gálico o ácido 3, 4, 5 trihidroxibenzoico.
- Algunos emulsionantes como el gliceril monoestearato.
- Butilhidroxianisol.
- Butilhidroxitolueno.
- Etoxiquina para la conservación del alimento.
Aditivos muy perjudiciales en piensos
Dentro de este grupo podríamos encuadrar los siguientes elementos:
- Sacarosa (azúcar).
- Cloruro sódico (sal común).
- Levulosa.
- Polialcohol.
Si encuentras algunos de estos aditivos en la etiqueta del producto, no te asustes. Este tipo de sustancias no son nocivas en sí mismas, sino que depende de la dosis en la que las encontremos. Así, que un pienso incluya azúcares no es necesariamente tóxico. Así y todo, si tienes cualquier duda debes acudir a tu veterinario de confianza para que te informe con más detalle sobre las bondades y perjuicios de los aditivos.
Aditivos no perjudiciales
Aunque estos aditivos no perjudican la salud de tu mascota, tampoco aportan ningún valor nutricional. Dentro de este grupo podemos encontrar lo siguiente:
- Ácido ortofosfórico
- Gluten de maíz.
- Gluten de trigo.
- Óxido de titanio.
Los aditivos previamente mencionados tan solo constituyen los principales, pero existen muchos otros. Recuerda no escatimar en la salud de tu perro comprando los mejores piensos para garantizar así su salud.
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