
Los perros, al igual que las personas, suelen tener algunos comportamientos obsesivos que, muchas veces, se deben a trastornos del comportamiento. Si tu perro se lame las patas puedes estar haciendo frente a un problema de conducta, algún tipo de enfermedad o a un parásito cutáneo. En este artículo te explicaremos con todo detalle por qué tu perro se lame mucho las patas y qué hacer para evitarlo. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué mi perro se lame las patas?
Si tu perro se lame las patas de vez en cuando no debes preocuparte; se trata de un comportamiento natural que no reviste ninguna importancia. Sin embargo, en ocasiones, puede tornarse en un comportamiento obsesivo cuya naturaleza puede radicar en trastornos mentales o físicos. A continuación te explicamos por qué tu perro se lame las patas delanteras.
Molestia física
Una de las causas más comunes por las que los perros se lamen mucho las patas es para tratar de aliviar un dolor. Identificar esta causa es fácil, ya que normalmente el perro solo presentará molestias en una de las extremidades, y será esa la que lamerá. Incluso, es probable que se lama mucho la pata y cojee. En estos casos, el perro dejará de chuparse la pata cuando remita el dolor, es decir, a los pocos días.
Si tu perro se lame mucho las patas y las tiene rojas, deberás acudir al veterinario. Las heridas pueden deberse a cristales rotos, picaduras o cualquier otro motivo grave que requiera atención sanitaria. Si localizas algún cuerpo extraño clavado en sus extremidades, puedes tratar de sacarlo, cuidadosamente, con unas pinzas.
Infecciones o alergias
Algunas alergias como la dermatitis atópica pueden causar molestias en la piel de tu perro. En estos casos, tu mascota tenderá a lamerse compulsivamente. Se trata de un tipo de alergia difícil de controlar, ya que es complicado identificar el alérgeno que causa la irritación y, por lo tanto, no se puede reducir su exposición al mismo. Incluso, es probable que tu perro se lama las almohadillas si la molestia se extiende.
Otra causa como la pododermatitis, que consiste en la inflamación de la membrana que se encuentra entre los espacios de los pies, puede ser la causante de que tu perro se lama las patas constantemente. Se trata de un proceso muy molesto que deriva del contacto con alguna sustancia irritante, parásitos o, incluso, por problemas psicológicos.
Ansiedad
Los perros que salen poco a pasear pueden sufrir un cuadro de estrés que derive en la “autodestrucción” de sus tejidos. Los canes estresados tratan de liberar adrenalina mordiendo muebles, objetos o, incluso, autolesionándose. Este tipo de estrés está muy vinculado al estrés por separación de los perros, que ocurre cuando su dueño pasa mucho tiempo fuera de casa.
El estrés puede provocar que los perros se laman las patas traseras para canalizar la ansiedad. Procura pasearlo con asiduidad y aliméntalo de forma saludable para evitar que desarrolle enfermedades relacionadas con el estrés. En los casos más extremos, tu perro podría incluso morderse las patas.
Enfermedades mentales
Este tipo de conducta se asocia a algunas enfermedades psicológicas como el síndrome de disfunción cognitiva. Se trata de un tipo de demencia senil que suele aparecer con la edad y tiene naturaleza degenerativa. Aunque no tiene cura, se puede tratar y mitigar sus efectos.

Parásitos
Los parásitos que se alojan sobre la piel suelen causar irritación en las patas de nuestros perritos. En estos casos, lo ideal es recurrir a remedios caseros para eliminar pulgas o métodos para eliminar garrapatas. También puedes recurrir a antiparásitos para asegurarte de una completa eliminación de los mismos.
Para evitar la aparición de estos indeseados huéspedes, debes mantener una buena limpieza del hogar.
¿Cómo evitar que mi perro se lama las patas?
Existen varios remedios para que los perros no se laman las patas. Por ejemplo, el collar isabelino es una excelente opción, aunque debes utilizarlo bajo la supervisión de un veterinario, ya que podría causar más estrés al perro.
Por otro lado, si el problema tiene causas conductuales, deberás modificar los hábitos del animal aumentando la frecuencia de los paseos, su duración y mejorando su alimentación.
Por último, si el problema es cutáneo, deberás utilizar champús hidratantes especiales para perros, aumentar la frecuencia del baño, desparasitarlo cada año y mantener la casa limpia.