Como sabes, los perros emplean un lenguaje no verbal para comunicarse tanto con sus tutores como con otros animales. Mientras que algunos sonidos o gestos resultan inofensivos, otros pueden derivar en situaciones desagradables si no les prestamos la suficiente atención. Hoy vamos a hablarte sobre los gruñidos de los perros, explicándote qué significa, por qué se produce y cómo actuar ante el. ¡Continúa leyendo!
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¿Por qué mi perro gruñe?
En primer lugar, debemos aprender a distinguir entre ronroneo y gruñido. Mientras que el gruñido es un sonido amenazador, el ronroneo es mucho más suave y se da en situaciones en las que el perro siente placer, como el momento de las caricias. Se trata de una reacción instintiva de nuestro perro que se da en diversas situaciones, normalmente de peligro.
Cuando un perro gruñe significa, casi siempre, que algo no va bien. Habitualmente, los canes utilizan este sonido como “aviso” ante una posible amenaza. Por ello, es muy probable que si tu perro gruñe, sienta amenazado su territorio o alguna de sus pertenencias.
El gruñido es la antesala de un ladrido o un posible ataque por parte del perro. Por ello, debemos ser muy cautos a la hora de actuar. Reaccionar adecuadamente es fundamental para que nuestro perro entienda que no tiene nada que temer.
Por otro lado, existen situaciones en las que los perros parecen gruñir sin motivo. A modo de ejemplo, muchos canes gruñen cuando juegan con sus tutores u otros perros, especialmente si está realizando una actividad física. Sin embargo, no debemos dejar de prestar atención a este comportamiento. Cuando un perro juega con otro y se hace daño, gruñe a modo de advertencia. Se trata de un comportamiento natural que marca los límites entre el juego y el conflicto.
Mi cachorro gruñe y muerde
Que los cachorros gruñan y muerdan suele ser algo habitual que obedece, casi siempre, a algún tipo de juego. No es algo que deba preocuparnos siempre y cuando no se convierta en algo demasiado recurrente. Así y todo, debemos prestarle mucha atención cuando juegue con perros adultos, ya que estos podrían malinterpretar el gruñido y sentirse amenazados por el cachorro. Para evitar una posible pelea, procura estar especialmente atento cuando juegue con otros perros.
Recuerda que mientras le salen los dientes de leche, los perros morderán todo lo que les rodea, por lo que es normal que gruñan. Cuando creas que se excede o que muerde cosas que no debería, trata de corregir su comportamiento con un sonoro “¡No!” y procura facilitarle un objeto que se pueda llevar a la boca. No olvides felicitarlo cada vez que obedezca una de tus órdenes.
Por último, si crees que sus gruñidos son excesivos y van acompañados de cierta agresividad, no dudes en llevarlo a un etólogo canino. La etapa ideal para modificar la conducta de tu mascota es durante el primer año de vida, momento en que sus conexiones neuronales todavía están madurando. Por ello, es importante identificar y corregir cualquier comportamiento anómalo durante esta etapa.

Mi perro me gruñe cuando le acaricio
Existen múltiples motivos por los que los perros gruñen y enseñan los dientes cuando los acariciamos, y no siempre son conductuales. A modo de ejemplo, si nuestro perro tiene una herida en la piel o algo clavado en la oreja, es normal que gruña cada vez que trates de acariciarlo. Por ello, es importante que un veterinario revise periódicamente a nuestra mascota para descartar este tipo de situaciones.
Por otro lado, si no sabes cómo acariciar a tu perro, éste podría responder con un gruñido. En todo momento, las caricias han de ser previsibles, permitidas, placenteras y productivas. Si alguna de estas condiciones no se cumple, es muy probable que nuestro can responda de malas maneras.
Mi perro gruñe cuando le riño
El comportamiento de los perros consentidos les llevará a creer que se sitúan por encima de su tutor en la escala jerárquica del hogar. Esto provocará, tarde o temprano, que tu can se convierta en un pequeño tirano, reaccionando de manera agresiva cuando le regañes.
Para evitar que esto ocurra, has de educar a tu perro de tal manera que entienda, desde el primer día, que se encuentra en el último escalafón jerárquico dentro de la casa. Sigue nuestras instrucciones y aprende cómo educar a un cachorro de forma sana e instructiva.
Mi perro gruñe al nuevo cachorro
Otra situación habitual que provoca gruñidos en los perros es la llegada de un nuevo cachorro. No son pocos los canes adultos que no aceptan al nuevo inquilino, ya que siente su territorio amenazado. Como sabes, los perros proceden del lobo, animales que viven manada de manera muy jerarquizada. Por ello, el primer encuentro entre ambos ha de darse de forma natural y casual, a poder ser, en un territorio neutral.
Si el primer contacto entre ellos fructifica, será mucho más sencillo llevar al cachorro a casa, ya que el perro adulto lo verá como una invitación y no como una invasión. Una vez dentro de casa, habilita una zona distinta para cada perro donde puedan comer, beber y dormir sin tener que enfrentarse.
Así y todo, si de vez en cuando escuchas gruñidos entre ambos, no debes preocuparte. Los cachorros necesitan jugar, por lo que se abalanzará sobre el perro adulto de vez en cuando, o tratará de utilizar sus juguetes. Vigílalos muy de cerca y procura mediar únicamente si crees que puede desatarse un conflicto serio.
Por último, evita prestar más atención a uno de los perros, ya que podrían sentir celos mutuos que desembocarían en gruñidos y actitudes amenazantes.
Mi perro gruñe con la comida
Cuando un perro come, lo mejor es dejarlo tranquilo. Recuerda que los perros son animales con instinto, y podrían sentirse amenazados si se les molesta mientras comen. Procura no retirarle el plato cuando te gruña, ya que podría llegar a atacarte. Lo ideal es que te separes y le dejes terminar tranquilo su comida.
Si quieres reforzar la relación con tu mascota y hacerle ver que no supones una amenaza mientras come, puedes llevarle algún premio para que “te permita” entrar en su territorio y ganarte su confianza.
Mi perro gruñe a mi hijo
Algunos perros tienden a gruñir a los niños por celos. Si le muestras cariño a tu hijo y desatiendes a tu perro, es probable que vea al niño como una amenaza y tienda a gruñirle. Este acto podría ser la antesala de un posible ataque por lo que debes recurrir a un etólogo canino cuanto antes. En cualquier caso, existen razas para niños que se adaptan mejor a la convivencia en familia.
Otros motivos por los que los perros gruñen
Existen innumerables motivos por los que los perros gruñen. Algunos de los que no hemos mencionado todavía son los siguientes:
- Mi perro gruñe a otros perros. Si tu perro no está acostumbrado a sociabilizar, es probable que vea a otros de su especie como una amenaza. Es muy importante que, desde cachorro, acostumbremos a los perros a tratar con personas y otros animales.
- Mi perro gruñe cuando le bajo del sofá. Los perros tienen instinto territorial y es probable que haya encontrado en el sofá su área de descanso. Debemos acostumbrarle desde cachorro a dormir en su camita en una zona relajada y tranquila. Si no educas a tu perro como es debido, podría convertirse en un pequeño tirano.
- Mi cachorro gruñe jugando. Cuando un cachorro juega es probable que gruña. Lo que para ti es un juego para tu cachorro tal vez suponga una amenaza, o tal vez se trata de su forma de jugar. Si gruñe en exceso o cada vez va a más, lo mejor es llamar a un etólogo.
- Mi perro gruñe cuando le regaño. Cuando tu perro no tiene claro quién es la autoridad del hogar, es probable que trate de enfrentarse a su dueño y le gruña. Es muy importante que se establezca la jerarquía de la familia desde su nacimiento para evitar estas situaciones.