¿Es malo cambiar el pienso de mi perro?


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Muchos tutores primerizos cometen el error de modificar la dieta de su perro sin consultar antes con un veterinario. Es muy habitual que, al ver un pienso más barato, alguien sin experiencia decida comprarlo y ofrecérselo a su perro de un día para otro. Esta costumbre es muy poco recomendable, ya que el sistema digestivo del perro no está diseñado para soportar cambios bruscos en la dieta. A continuación te explicamos las consecuencias negativas de cambiar el pienso de tu perro.

¿Por qué es malo cambiar de pienso?

En el mercado existen multitud de marcas de pienso de diferentes gamas. En PerrosRazaPequeña siempre recomendamos adquirir piensos premium de calidad, ya que contienen un elevado porcentaje de proteína procedente de la carne magra de pollo o pavo.

Sin embargo, aún cuando nuestro objetivo sea modificar su dieta en detrimento de un pienso de peor calidad, debemos hacerlo de manera progresiva para evitar que el sistema digestivo del perro reaccione de forma adversa.

Consecuencias negativas del cambio de pienso

Si cambias el pienso de tu perro de manera repentina, es muy probable que sufra las siguientes alteraciones:

  • Diarrea. Cada pienso tiene una formulación distinta. Esto quiere decir que un cambio súbito en su alimentación podría alterar el normal funcionamiento de su sistema digestivo, acostumbrado a una determinada composición.
  • Rechazo al pienso. Especialmente si tu objetivo es cambiar de un pienso seco a uno húmedo, nuestro perro podría reaccionar rechazando el nuevo alimento.

¿Cómo realizar el cambio de pienso?

Cambiar el pienso de tu perro no tiene por qué provocar alteraciones en su salud si lo realizamos de manera responsable. Para llevarlo a cabo, debes realizar el cambio de manera progresiva en el tiempo, de tal forma que su sistema digestivo se acostumbre poco a poco al nuevo alimento. A continuación te enseñamos, paso a paso, como modificar la dieta de tu amigo de cuatro patas:

  • Día 1 y 2. Dividiremos la ración en un 25% de pienso nuevo y un 75% del pienso habitual. Durante las siguientes cuatro horas comprobaremos cómo reacciona y analizaremos sus heces para comprobar que su textura es la habitual.
  • Día 3 y 4. Durante esta etapa aumentaremos el porcentaje de la ración del nuevo pienso hasta el 50% y volveremos a vigilar la reacción de nuestro amigo canino.
  • Día 5 y 6. Elevaremos el peso del nuevo pienso hasta el 75% y continuaremos con el chequeo habitual.
  • Día 7. Si todo ha ido bien hasta este momento, podremos empezar a darle la totalidad del nuevo pienso.
Esta información tiene fines informativos y educativos y en ningún caso sustituye a la opinión de un profesional. Si su perro tiene problemas de salud o comportamiento, llévelo al veterinario. No nos hacemos responsables por la mala utilización de la información de este artículo.
Estaremos encantados de escuchar lo que piensas

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