Que un perro salte al saludar se trata de un acto que denota una sana relación con su interlocutor. Sin embargo, muchas personas pueden sentirse incomodadas ante este gesto, especialmente aquellas que no están acostumbradas a tratar con animales. Por ello, aunque saltar al saludar no tiene nada de malo, debemos educar a nuestro perro para que salude de forma menos invasiva, evitando así que pueda llegar a manchar o molestar a las personas. Continúa leyendo y descubre cómo evitar que tu perro salte al saludar.
¿Por qué los perros saltan al saludar?
No existe un motivo específico por el que los perros saltan al saludar. Simplemente, se trata de una reacción instintiva que exterioriza la emoción al ver a alguien conocido o, incluso, por primera vez.
Otro motivo que impulsa a los perros a saltar sobre las personas es la sobreexcitación. Cuando un perro no pasea lo suficiente o no hace ejercicio, tendrá la necesidad de canalizar la energía acumulada de alguna forma. Una de las más habituales es saltando sobre cualquiera que se cruce a su paso.
También es muy habitual que los perros salten sobre uno cuando quieren jugar y divertirse. Las intenciones de esta práctica son inofensivas, pero pueden llegar a resultar realmente molestas.
Por último, los perros pueden llegar a abalanzarse sobre alguien si este invade su territorio o se siente amenazado. Generalmente, el salto es el preludio de un posible ataque más grave, como una mordedura o un arañazo.
¿Cómo evitar que un perro salte sobre alguien?
Evitar que un perro salte sobre una persona puede conseguirse con paciencia y refuerzo positivo. Es recomendable enseñarle a no saltar cuando es un cachorro, ya que es durante este periodo cuando la plasticidad neuronal permitirá a tu mascota aprender mucho más rápido que durante la etapa de adulto.
Cuando veas que tu perro salta o se abalanza sobre alguien, debes mostrarte firme, decir “¡No!” con rotundidad y apartarte o darte la vuelta. Recuerda que cuando un perro salta sobre una persona lo hace, en gran medida, para llamar su atención, por lo que ignorarle puede ser una buena solución. Cuando tu perro se de cuenta de que saltar no sirve de nada, dejará de hacerlo y buscará maneras alternativas de interactuar con las personas.
Regañarle también puede ser una solución efectiva, pero siempre sin utilizar el contacto físico. De esta forma comprenderá que no recibirá ningún reconocimiento ni premio cuando se abalance sobre alguien.