Aunque los callos son típicos en humanos, también pueden desarrollarse en algunas especies de animales como los perros. Los callos son capas duras y rugosas de la piel, de color oscuro, que se desarrollan por presión o fricción. Por lo tanto, en función de las costumbres y la fisionomía del perro, los callos podrían aparecer con mayor o menor frecuencia. Si deseas saber más sobre los callos en perros, continúa leyendo.
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¿Por qué mi perro tiene callos?
Los callos aparecen generalmente en zonas donde nuestro perro se apoya o se roza con alguna superficie. Las zonas más habituales de aparición de callos son los codos o el esternón. A diferencia de los humanos, los perros no tienen callos en los pies gracias a las almohadillas plantares, que actúan como protector natural.
La aparición de callos en los codos se debe al trauma de caer sobre suelo duro cada vez que se acuesta o juega. La presencia de callos en el pecho es menos común, aunque pueden aparecer en función de la fisionomía del perro. Este tipo de callosidad es habitual en razas como el pinscher.
En general, los callos son susceptibles de desarrollarse en zonas que recubren los relieves óseos. Se trata de una reacción natural del cuerpo que tiene como objetivo proteger el hueso ante eventuales golpes. Por otro lado, los perros con obesidad o delgadez extrema son más susceptibles de desarrollar callosidades.
¿Qué hago si mi perro tiene callos?
En general, cuando un perro tiene callos no es necesario hacer nada. Es habitual que los perros, especialmente si son sedentarios o pasan mucho tiempo tumbados, desarrollen callosidades que no revisten mayor importancia. Sin embargo, debemos controlar periódicamente la zona para evitar que los callos deriven en úlceras o infecciones secundarias. Si los callos del perro se vuelven muy oscuros o presentan heridas, es momento de recurrir al veterinario.
Para evitar que los callos se infecten, debemos mantener la zona limpia e hidratada. Para ello, es recomendable lavarlos periódicamente con antisépticos y utilizar cremas especiales para callos. También podría ser necesario comprar una cama mullida para perros, evitando así que se apoye sobre superficies duras.
Por último, en el caso de perros muy delgados u obesos, es necesario tratar la causa subyacente que provoca la aparición de callos.
Pioderma del callo
La forunculosis de punto de presión, también conocido como pioderma del callo, se produce cuando existe una presión constante en el callo, derivando en una infección secundaria superficial o en las capas profundas de la piel.
Estos casos necesitan ser tratados con antibióticos y desinfectantes como la clorhexidina. Además del tratamiento veterinario, es recomendable eliminar los factores que provocan la aparición de callos. Para ello, debemos facilitar a nuestra mascota superficies mullidas donde tumbarse.