La agresividad es uno de los problemas de comportamiento más frecuente en perros. Además, suele tener consecuencias muy graves sobre los humanos. La etología canina es la ciencia que se ocupa de estudiar el comportamiento de los perros y les ayuda a resolver sus problemas de conducta gracias a innovadoras técnicas de aprendizaje. También existen otros métodos para intentar apaciguar la agresividad canina como la psicofarmacología. Si deseas conocer más información sobre la agresividad en perros, ¡sigue leyendo!
Perros agresivos: ¿nacen o se hacen?
Cuando un perro se incorpora a nuestro hogar, debemos tener en cuenta que la educación del perro empieza en su nacimiento. Para ello, es fundamental que los cachorros permanezcan con la madre y hermanos durante, al menos, los dos primeros meses de vida.
Por otro lado, es importante que los cachorros interactúen con el ecosistema que les rodea, ya que de ahí procederán la mayor parte de los estímulos que marcarán el resto de su vida. De esta forma, nuestro perro desarrollará una estabilidad emocional.
En resumidas cuentas, podemos afirmar que la agresividad del perro se ve influenciada por 3 factores:
- Observación.
- Experiencia.
- Interacción con el medio que lo rodea.
Tipos de agresividad en perros
Según los etólogos, existen diferentes tipos de agresividad y cada una de ellas requiere un tratamiento diferente. Identificar cada tipo de trastorno de ayudará a aprender cómo educar a un perro agresivo. A continuación de explicamos las principales causas de la agresividad en perros.
Agresividad por dominancia
Como sabes, el perro procede del lobo, por lo que todavía conserva algunos vestigios de su comportamiento en la actualidad. Los lobos son animales que se organizan en mandada siguiendo una marcada estructura jerárquica basada en la dominancia. El lobo dominante suele tener mejores condiciones de vida que sus congéneres, ya que tiene acceso privilegiado a alimento, pareja sexual o zonas de descanso.
En la actualidad, el perro conserva este comportamiento y puede mostrar actitudes de dominancia hacia las personas u otros perros. Algunas de las situaciones donde puede desarrollarse la agresividad por dominancia son las siguientes:
- Intentar tocar al perro mientras come o sujeta un objeto con la boca.
- Mirar al perro directamente a los ojos.
- Empujar al perro o inclinarse sobre él.
- Castigar al perro de manera física o verbal.
- Moverlo de su lugar de descanso.
- Cepillarlo o bañarlo.
- Sujetarlo o inmovilizarlo.
Para que un perro sea considerado como agresivo no es necesario que muestre agresividad en todas estas situaciones. Para muchos profesionales, los perros que son agresivos mientras comen o sujetan un objeto, pertenecen a otra categoría de agresividad denominada “protección de recursos” y requieren de otro tipo de tratamiento.
Conductas típicas de agresividad por dominancia
Los perros susceptibles de ser agresivos por dominancia muestran los siguientes comportamientos:
- Apoyar las patas delanteras sobre la persona.
- Bloquear con el cuerpo el movimiento de la persona.
- Gruñidos desafiantes.
- Mira directamente a los ojos de la persona.
- Nunca esboza posturas de sumisión.
Agresividad por causas orgánicas
Existen algunas enfermedades que pueden causar reacciones agresivas en nuestros perros:
- Hipotiroidismo. La tiroides es una glándula que produce hormonas y que afecta a las células del organismo, incluidas las del sistema nervioso central.
- Hidrocefalia. La hidrocefalia es una enfermedad que afecta al líquido encefalorraquídeo. Se trata de un líquido que se renueva constantemente, siendo igual el volumen de líquido que entra y el que sale. Cuando entra más líquido del que sale, se desarrolla la hidrocefalia.
- Tumor intracraneal. Si tu perro tiene un tumor en la cabeza, es probable que surjan problemas de agresividad. Algunas razas con el bóxer o el bulldog son propensas a sufrir este tipo de tumores. Los perros mayores a 5 años, también tienden a desarrollarlos.
Agresividad por miedo
Normalmente, un perro siente miedo cuando se le castiga o manipula. Estos actos pueden desencadenar en reacciones agresivas por parte de nuestra mascota. La postura de nuestra mascota puede darnos pistas sobre una posible de una reacción violenta:
- Cola y orejas bajas.
- Temblores.
- Posición agachada o intento de huida.
Agresividad intraespecífica
La agresividad intraespecífica se produce cuando dos o más perros compiten por la atención de su amo. Si pensamos en el contexto de los lobos, suelen reaccionar de forma agresiva entre ellos cuando un ejemplar intenta desplazar a otro de su posición de dominancia. Paralelamente, los perros domésticos muestran la misma actitud en casa cuando requieren la atención de su dueño. Este trastorno supone la principal causa de agresividad entre perros que viven juntos. En estos casos, el tutor debe favorecer siempre al perro más dominante para evitar que se desencadene un conflicto entre ambos.
Agresividad por depredación
En el caso de la agresividad depredadora en perros, no existe ningún tipo de predisposición en función de la raza o el sexo. Suele producirse de manera imprevista y de manera muy violenta. Aunque el tratamiento de este tipo de agresividad es muy complejo, se trata de un comportamiento muy poco común. En general, estos perros son agresivos con las personas.
Agresividad por ansiedad
La causa más habitual de este tipo de agresividad se produce por la ansiedad por separación. La conducta de los perros que sufren este trastorno del comportamiento es la siguiente:
- Comportamiento destructivo.
- Ladridos y lloros.
- Se hace pis o defeca en lugares inadecuados.
Por suerte, este tipo de comportamiento que se produce por hiperapego puede ser controlado con la ayuda de un etólogo canino.
Agresividad por fobias
El miedo es una reacción natural de muchos seres vivos que tiene como objetivo alejarnos de potenciales depredadores y, de esta forma, sobrevivir. Sin embargo, el miedo puede desencadenar fobias que generen respuestas agresivas por parte de nuestro perro. Este miedo heredado del lobo tiene las siguientes causas:
- Depredadores.
- Situaciones anómalas del entorno: fuego, alturas, fuegos artificiales…
- Presencias o ambientes desconocidos.
- Personas o animales agresivos.
Según un estudio de la Facultad de Veterinaria de Utrech llevado a cabo con un golden retriever, existe un componente genético en los perros que muestran agresividad por miedo.
Por otro lado, debes tener en cuenta que este tipo de reacciones no responden a peligros reales, por lo que generalmente la intensidad de la agresividad no guarda relación real con la causa. Algunos de los motivos más comunes que causan agresividad por miedo en perros son los siguientes:
- Fuegos artificiales.
- Tormentas.
- Lugares muy concurridos.
- Lugares desconocidos.
- Presencia de perros desconocidos.
- Presencia de personas desconocidas.
- Viajes en vehículos motorizados.

Diagnóstico de la agresividad en perros
El primer paso para la realización de un correcto diagnóstico de la agresividad es determinar si su origen es orgánico. Para ello, el veterinario realizará diversas pruebas físicas o neurológicas que determinen el origen de este trastorno.
Una vez que se han descartado las causas orgánicas, se debe realizar un diagnóstico diferencial que determine la causa exacta. Habitualmente, la agresividad deriva de un problema de fondo que, probablemente, también requiera de tratamiento. Generalmente, se debe a fobias o ansiedad por separación.
Por último, también es determinante conocer los hábitos del animal, las circunstancias en las que se produce el comportamiento agresivo y cuál es su lenguaje corporal.
Tratamiento de la agresividad en perros
Para tratar la agresividad canina es necesario realizar un plan de modificación de conducta. Se trata de un proceso lento que requiere gran paciencia por parte de los etólogos y sus dueños. Entender la causa que provoca la agresividad del perro ayudará a sus tutores a que el proceso sea más llevadero. Recuerda que buscar soluciones para los perros agresivos es nuestra responsabilidad como dueños.
Aunque el tratamiento de la agresividad es efectivo, no tiene porqué tratarse de una solución definitiva. En algunos casos, los perros podrían volver a mostrar comportamientos violentos. No obstante, la realización de la terapia de modificación de conducta es necesaria para reducir el riesgo de agresividad y nuestro perro pueda llevar una vida de mayor calidad.
A continuación te explicamos qué hacer con los perros agresivos.
Terapia de modificación conductual
Los pilares de la terapia de modificación conductial son los siguientes:
- Evitar los estímulos que podrían estar provocando la agresividad.
- Redirigir la agresividad del perro fomentando reacciones positivas y predecibles.
- Provocar que el perro trabaje para conseguir premios y entienda la relación causa-efecto.
Una vez que se han identificado los problemas que causan la agresividad, es el momento de aplicar las técnicas de modificación conductual:
- Desensibilización. Consiste en exponer al perro a la causa que provoca su agresividad a una distancia prudente. Poco a poco, vamos acercando el agente desencadenante al perro analizando sus reacciones.
- Contracondicionamiento. Esta técnica consiste en que nuestro perro obedezca una orden contraria a la agresividad y premiarle por ello.
Modificación de la dieta
Aunque no existen estudios concluyentes que lo demuestren, muchos veterinarios creen que la dieta del perro puede influir de manera positiva o negativa en su comportamiento. Por ello, se recomienda que los perros agresivos lleven una dieta baja en proteínas y rica en triptófano, un aminoácido esencial que ayuda a controlar la ansiedad y es especialmente efectivo para perros que sufren agresividad por territorial. Lo correcto en estos casos es recurrir a recetas caseras con la ayuda de un veterinario.
La utilización de nutracéuticos o agentes como el litio también pueden ser útiles para controlar la agresividad de nuestro perro. En cualquier caso, no olvides que ha de ser el veterinario quien te de las pautas para añadir suplementos o modificar su dieta habitual.
Terapia farmacológica
La utilización de productos farmacológicos es una medida complementaria a la terapia de modificación conductual que se lleva a cabo para acelerar el proceso. Generalmente, se utilizan cuando el pero sufre agresividad por miedo, fobias o ansiedad.
En todos los casos, la utilización de fármacos debe realizarse bajo la prescripción de un veterinario, ya que algunos de ellos podrían tener efectos secundarios perjudiciales sobre la salud de nuestro perro.
Bibliografía
- José Romero Rol. Los perros, mis fieles amigos.
- Portalveterinaria.com. Etiología, diagnóstico, y tratamiento de la agresividad canina.